Falta de uniformidad en la regulación de socorristas
Alberto García Sanz, director de la Escuela Española de Salvamento, critica la falta de una normativa nacional coherente que regule la formación y las funciones de los socorristas en España. Actualmente, existen hasta 17 reglamentos diferentes dependiendo de la comunidad autónoma, lo que resulta en una gran variabilidad en la calidad y duración de la formación de estos profesionales. García subraya la necesidad de unificar estos criterios para mejorar la seguridad en espacios acuáticos.
Diferencias regionales y la presión turística
Las comunidades autónomas costeras, que suelen ver un significativo aumento de población durante los meses de verano, enfrentan desafíos particulares. Muchos municipios pequeños no cuentan con los recursos suficientes para aumentar el número de torres de vigilancia o de socorristas, a pesar de la duplicación de su número de habitantes y turistas en temporada alta. Esto agrava el riesgo en zonas frecuentadas por bañistas, especialmente en un país que es un destino turístico prominente por sus playas y su sol.
Urgencia de medidas preventivas y educación
La imprudencia es otro factor que contribuye al alto número de ahogamientos, con muchas muertes ocurriendo en áreas donde el baño está prohibido o es peligroso. García apunta a la necesidad de más señalización y campañas de concienciación sobre los riesgos del baño en lugares no habilitados. Además, recalca la importancia de que los bañistas tomen precauciones y respeten las señales de peligro.
Conclusiones y llamadas a la acción
Para enfrentar esta problemática, García propone la creación de una normativa nacional unificada para socorristas, más señalización en las zonas de riesgo y una mayor educación pública sobre los peligros del agua. Estas medidas son esenciales para reducir el número de muertes por ahogamiento y garantizar la seguridad de todos los usuarios de espacios acuáticos en España. El país enfrenta un reto importante para mejorar la seguridad en sus aguas, y es imperativo que las administraciones actúen con rapidez y eficacia.
Fuente: elmundo.es