Recientemente, el jefe de Samsung tuvo muchas razones para preocuparse. En la noche del sábado a domingo, Lee Kun Hee, de 72 años de edad, fue transportado al hospital en Seúl debido a los problemas con respiración. Se procedió inmediatadamente a la resucitación. Su estado se empeoró a causa de un cáncer de pulmón sufrido hace una década. En la madrugada del domingo fue transportado al centro médico de su empresa, donde se le diagnosticó un infarto agudo de miocardio y se le operó. Su condición seguía siendo estable. No se saben por ahora las causas del infarto. Kun Hee convirtió a la empresa de su padre, que fue fundada en 1938 y negociaba con azúcar, en la empresa más grande en la producción de smartphones.