Deja a un lado también las cremas semigrasientas, las que están enriquecidas en nutrientes. Lo que importa durante los meses de primavera es la suavedad y la hidratación. La carencia del agua en la piel y la falta de una lubricación adecuada causan un desequilibrio entre el agua y los lípidos, lo que causa el empeoramiento de su condicion. La piel se vuelve áspera y poco flexible. Eso sucede después de la temporada invernal, cuando las condiciones climáticas y los radiadores domésticos provocan su palidez y sequedad. ¿Cómo la cuidamos? La base es una crema hidratante. Hay que saber que la crema o hidrata la piel directamente, sino apoya los procesos de regeneración y acelera la fabricación de colágeno y elastina.