Victor Hugo escribió: ‘ Todo lo que está en otra parte, está en París.’ Por esa razón hay que visitar la capital de Francia. La capital vive con su propio ritmo, sin mirar las expectativas y necesidades de sus visitantes. Parece que la carrera y las horas sin límites en la oficina obligan a reuniones en los cafés y el paseo lento. Los recién llegados tienen la impresion que en esta ciudad nadie trabaja y todos están entregados al ocio. Por supuesto, es una exageración. París es una capital y una de las ciudades más grandes de Europa. La metrópoli francesa consiguió conservar su propio temperamento y las costumbres de antaño, cuando el mundo aceleró con la globalización. Esa característica de la ciudad se debe a sus habitantes, que no quieren desprenderse de los rituales de París. Puede ser un rato de lectura de un libro (en un banquito cómodo), unos tragos de vino en el almuerzo o una charla con los amigos sobre los estrenos de cine, política etc.